
Si te gusta la playa, disfruta de la brisa del mar, si prefieres la montaña, respira profundo el aire puro de la naturaleza, o si te gusta callejear, piérdete por nuestros maravillosos centros históricos.

El viajero slow busca placeres sencillos, donde relajar la mente y dejarse llevar por el momento.

Afina tu paladar degustando los sabores del País Vasco, en nuestros grandes restaurantes gourmets o en las pequeñas tabernas y caseríos familiares o ¿por qué no? Hazlo tú mismo, déjate enseñar por nuestros chefs y participa en nuestros cursos de cocina donde podrás meter las manos en la masa.

Tomate un café, un té o un vino, pero tomate tu tiempo. Relájate en una terraza y mira la vida pasar, observa, desconecta y disfruta del ambiente local que ambienta nuestras calles.